De acuerdo a la teoría Metapsicológica de Freud, la consciencia es la función de un sistema, el sistema percepción-consciencia, y en ese guión de separación, se marca la existencia del inconsciente. Se sitúa en la periferia del aparato psíquico, recibiendo las informaciones del mundo exterior, y las que llegan desde el interior, p.ej. las reminiscencias; las sensaciones de placer-displacer, provenientes de la presencia o ausencia de satisfacción.

La consciencia juega un papel importante en la dinámica del conflicto psíquico, ya que evita lo desagradable, impulsándolo hacia lo inconsciente y rescata lo agradable. A diferencia del preconsciente, con éste se trata de hacer un esfuerzo para recordar lo que viene del inconsciente y hay una barrera de censura entre los sistemas consciente y preconsciente, así como, por supuesto, con el inconsciente.

Lacan considera que las observaciones de Freud sobre la consciencia son mucho mas débiles que las observaciones sobre el inconsciente.

Lacan rechaza asociar de forma simple la consciencia al yo, dice que si entre el yo y la consciencia hay una relación, ésta tiene la forma de una ilusión: la de una consciencia plenamente transparente para sí misma.

Para Lacan, no hay autoconsciencia, el sujeto no es plenamente transparente para sí mismo, ya que está, por definición, alienado.

Lacan expone que la consciencia no evoluciona partiendo del orden natural, que es totalmente discontínua y su origen es más afín a la creación que a la evolución.

Para Freud, la consciencia tiene un papel muy importante en lo que se denomina “insight” o “toma de consciencia”, es cuando el paciente se da cuenta de algo que lo aflige, o de un conflicto o de las causas del mismo o de un síntoma del que no había tomado consciencia o de un deseo.

Hacerlo consciente constituye una parte muy importante del tratamiento ya que implica una previa elaboración y una elaboración inconsciente posterior, así como un “despertar” del sujeto en su cuestionamiento a su enfermedad, a su neurosis, etc.

La “toma de consciencia” ya implica una mejoría, un progreso en el análisis, además de darle confianza al paciente para que siga adelante; es como un nudo que se deshace, una marcada mejoría.

Freud hace una crítica a las teorías psicológicas que minusvalorizan la consciencia, ya que la considera importante y un aliado del tratamiento.

Dice Freud: “La consciencia es, a nuestro modo de ver, la cara subjetiva de una parte de los procesos físicos que se producen en el sistema neuronal, especialmente los procesos perceptivos…” y más adelante “ la consciencia no es más que un órgano sensorial para la percepción de las cualidades psíquicas”.

Freud trabaja el tema de la consciencia en su Metapsicología y en un artículo que se denomina “El block maravilloso”, que recomendamos leer.

Para concluir, el muy relevante el descubrimiento de Lacan que el sujeto no es autoconsciente, sino que está alienado y sujeto al inconsciente, es decir, que no hay una completa transparencia de la consciencia.

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