Jan van Eyck fue el artista más importante de la escuela holandesa temprana. La que aquí vemos es la imagen del cuadro «El matrimonio Arnolfini», una bellísimo retrato y muy adelantado a su tiempo.

El pintor ocupó puestos de gran importancia durante su carrera , entre ellos pintor de la corte y diplomático en Brujas.

Su habilidad como pintor de óleos era tan destacada que en una época se les atribuyó a él y a su hermano Hubert la invención del medio.

Van Eyck explotaba las características del óleo como nunca antes se había hecho, construyendo capas de vidriado transparente, aportando así una superficie en la que capturar los objetos con el máximo detalle, permitiendo preservar los colores.

No hay mejor muestra de ello que en éste retrato de Giovanni di Arrigo Arnolfini, un mercader de Lucca que visitaba Brujas con frecuencia , y su esposa Giovanna Cenami.

La firma en la pared del fondo y su reflejo en el espejo ha hecho pensar a muchos que fue testigo de la boda.

La talla de Santa Margarita , patrona de los alumbramientos, en la cama, y la presencia del perro, símbolo tradicional de la fidelidad, acentúan el tema marital.

El pintor nació en Limbourg en 1390 y murió en Brujas en 1441.

El tema de la fidelidad es sobresaliente en éste cuadro así como el del alumbramiento.

Para el psicoanálisis la fidelidad en el matrimonio es posible si hay compromiso de ambas partes, pero no es lo natural, no está en la naturaleza de los seres humanos, porque el deseo se caracteriza por el desplazamiento hacia otros objetos, personas y es muy muy difícil aunar la ternura con la sensualidad, casi siempre se separan.

La sensualidad tiende a desplazarse hacia otras personas de ahí que sea tan común la infidelidad: es por la característica de deslizamiento del deseo humano.

Sin embargo es posible sublimar está tendencia y , así hacer factible la fidelidad monogámica.

Admiramos a éste gran pintor por su delizadeza, pureza y detallismo, así como por su posible invención.

Pin It on Pinterest