No hay una versión unívoca de la idea de verdad en psiconálisis, ni se puede hablar de una única verdad, aislada, plena.

Para algunas concepciones psicoanáliticas, la verdad tiene estructura de ficción: en las ficciones del paciente, podremos descubrir la verdad que está oculta en ellas.

Pero siempre la verdad que hay que descubrir en la cura es la verdad del deseo profundo o los deseos profundos del paciente, y esto es algo que se va construyendo a medida que avanza la cura. Estos deseos están reprimidos, y su verdad también.

Hay que decir que la verdad puede no ser ni bella ni buena, sino tal vez dolorosa y fea. La verdad no es la exactitud, como en las Ciencias Exactas, es la verdad de una subjetividad, de una singularidad, por eso no es medible ni calculable, sino algo que se construye.

Las Ciencias Exactas, para Lacan, no pueden pretender el monopolio de la verdad, para él la verdad tiene algo de místico y de subjetivo, no todo es objetivo, en el ser humano anida la singularidad subjetiva. Por eso en Lacan, la verdad tiene un toque Metafísico, muy diferenciado al de las Ciencias Exactas y a la concepción Positivista del Universo.

La verdad, para Lacan, está vinculada al engaño, ya que para él , el engaño puede llevarnos a develar el camino de la verdad, así como la mentira puede hacerlo. Es imposible no mentir, Lacan enuncia “Yo miento, y cuando digo que miento, digo la verdad”. Esto no hay que confundirlo con la mentira patológica, que es la de aquellas personas que viven engañando permanentemente al otro y mienten constantemente de manera enfermiza.

Por otro lado, Lacan sostiene que las falsas apariencias del paciente, el analista tiene que tomarlas en serio y tenerlas en cuenta para la búsqueda de la verdad.

Lacan diferencia la verdad de lo real, la verdad esta reprimida, pero la verdad aspira a lo real. No hay posibilidad de atrapar la verdad totalmente, siempre es parcial.

Lacan sostiene también que la verdad es Impotencia, que es NO-TODA, no hay una totalidad, no hay completud en el ser humano, si creyéramos en una verdad total, volveríamos a una omnipotencia o completud que no existe en el humano, y esto ya lo descubrió Freud, si por ejemplo leemos “El Proyecto de una Psicología para Neurólogos”, allí hay un capítulo donde Freud destaca como el objeto de deseo está perdido en la estructura humana, de allí que seamos nostálgicos, queramos volver siempre al pasado y seamos imcompletos.

Por lo tanto, también la verdad es incompleta, no puede descubrísela toda. En un análisis el paciente va a llegar a saber que “cuentos” se ha contado a sí mismo, donde lo han engañado y se ha engañado, pero siempre va a quedar un resto sin conocer.

Por último, vamos a decir que cuando al principio hablábamos de que la verdad tiene estructura de ficción esto no es falsedad, sino ,para Lacan, un constructo científico, en el sentido de las Ciencias Humanas y no de las Exactas.