En la Biblia se aclara que hay que tomar este hermoso escrito en forma alegórica, como el matrimonio de Jesús, con su esposa, la Iglesia.

Si bien respetamos este punto de vista, podemos añadir otra mirada, alegórica también de la lucha entre Eros (el dios griego del amor, citado por Freud a lo largo de toda su obra) y Tánatos (el dios griego de la destrucción y la muerte, también citado por Freud a lo largo de toda su obra).

Eros, erótico, tiene por finalidad la unión, la juntura, el acercamiento , el amor y la sexualidad.

Tánatos, represeta la guerra, la destrucción, la muerte.

El Cantar de los Cantares nos parece, también , una alegoría del triunfo de Eros sobre Tánatos, la unión de las almas y de los cuerpos que pueden permanecer unidos superando a la muerte.

En un párrafo de El Cantar, se dice que el amor es tan fuerte como la muerte, pero al ser un matrimonio y un amor bendecido desde Dios, supera la muerte.

Lo que destaca en este cántico elevado, es la alegría y el gozo de un amor que supera a Tánatos, el esposo elogia grandemente a la esposa; a su vez la esposa hace lo mismo con el esposo.

¿A qué nos remite ésto? A una forma de amor místico donde destaca la sobreestimación del objeto de amor y sexual, unidos no sólo por el cuerpo sino también en alma.

En nuestros tiempos, crueles, destructivos y tormentosos, observamos más bien lo contrario: una degradación de la vida amorosa, una degradación del objeto de amor y sexual, un desmentido de la castración, y un narcisismo exacerbado que lleva a huir del compromiso.

Es por éste motivo que elegimos este escrito de la Biblia, como Cantar hermosísimo, como canto bello al amor y a la sexualidad y también como alegoría del amor de Dios por la Iglesia.

En éste cántico parecería erradicarse la idea a veces persecutoria de pecado, de la carne como pecado, no está culpabilizada la carne y menos las alegrías del matrimonio, por esto lo creemos un texto muy singular en la Biblia, ya que la idea culpabilizadora de pecado y sacrificio parecen desterradas en El Cantar de los Cantares.

Recordemos que El Cantar de los Cantares recuerda las nupcias de Salomón con la hija del rey Faraón.

No creemos que se trata de un texto profano, sino de una visión muy amplia del amor, que exalta sus alegrías y dulzuras, más allá del pecado original, ya que en definitiva éste matrimonio es bendecido por Dios.

Es una manera de tomar la religión como un Eros que une al semejante y a Dios, como un principio de unión y no de destrucción, como en el caso de Tánatos. Subrayamos la excepción de la idea de pecado en éste Eros. A veces la idea de pecado puede conllevar y llevar a algo agresivo y Tanático.