Thomas S. Eliot nació en EE.UU. en 1888 y murió en Inglaterra en 1965.

Gran poeta, dramaturgo y crítico literario del siglo XX, símbolo de una época de desintegración, ganó el Nobel de literatura en 1948.

Nacido en U.S.A., se hizo ciudadano inglés al trasladarse al Reino Unido con 25 años de edad.

Contra el individualismo romántico, uniendo modernismo y religiosidad, su poesía tiene un tono trascendente y es dispar y renovadora, no olvidemos que se convirtió al anglicanismo siendo cristiano hasta su muerte.

Sin embargo, su poesía es desengañada, racional y religiosa a la vez, y consta en su haber mucha obra cómica y satírica.

Vivió las 2 guerras mundiales, una época descreída y pesimista que buscaba una salida sin encontarla.

Entre sus muchos premios, recibió la Orden de Mérito otorgada por el rey Jorge VI en Inglaterra.

Se lo hizo sospechoso de antisemitismo pero queda deshechada la veracidad de esa versión por completo con sólo leer su obra.

Elegimos para transcribir aquí, la primer parte de su largo y bellísimo poema “Miércoles de Cenizas” (1930), por que es ilustrativo de lo que en psicoanálisis llamamos “la renuncia al goce perfecto”, que marca el fin de análisis y además, el principio de realidad que para Freud es el “rodeo que tiene que dar el deseo para alcanzar la satisfacción”, no la actuación inmediata del deseo y la pulsión, sino las vueltas que debe dar el deseo para llegar a su fin , hablamos en el sentido de la consciencia, ya que el deseo inconsciente no puede cumplirse, es imposible.

De esta imposibilidad del cumplimiento del deseo trata esta poesía, así como de una demanda a la Virgen María, es una conjunción de racionalidad y religiosidad.

Vamos a transcribir esa primer parte tan bella del poema, para que ustedes mismos saquen conclusiones acerca de la renuncia al goce, que no es lo mismo que la resignación ( la resignación implica sometimiento), en el poema de Eliot hay una renuncia como liberación y descarga:

 

 

Miércoles de Cenizas”

 

dedicado a Vivienne Eliot

 

 

I

Porque no tengo esperanza de volver otra vez

Porque no tengo esperanza

Porque no tengo esperanza de volver

deseando el don de este hombre y la capacidad de aquel hombre

ya no me esfuerzo por esforzarme hacia tales cosas

( ¿porqué habría de extender sus alas el águila envejecida?)

¿ Porque habría yo de lamentar

el desvanecido poder del reino acostumbrado?

Porque no tengo esperanza de volver otra vez

la gloria inválida de la hora positiva

porque no pienso

porque sé que no conoceré

el único verdadero poder transitorio

porque no puedo beber

ahí donde florecen árboles y brotan fuentes, pues ahí

no hay nada otra vez.

 

Porque sé que el tiempo es sólo tiempo

y el lugar es siempre y sólo lugar

y lo que es efectivo es sólo efectivo por una vez

y sólo para un lugar

me alegro de que las cosas sean como son y

renuncio al rostro bienaventurado

y renuncio a la voz

 

 

 

porque no puedo tener esperanza de volver otra vez

por consiguiente me alegro, teniendo que construir algo

de que alegrarme

y ruego a Dios que tenga misericordia de nosotros

y ruego que pueda olvidar yo

esos asuntos que discuto demasiado conmigo mismo

explico demasiado

porque no tengo esperanza de volver otra vez que respondan estas palabras

por lo que se ha hecho, para que no se vuelva a hacer

ojalá el juicio sobre nosotros no sea demasiado gravoso.

 

 

Porque estas alas ya no son alas para volar

sino simples aspas para batir el aire

el aire que ahora esta completamente tenue y seco

enséñanos a que nos importe y a que no nos importe

enséñanos a estar sentados tranquilos.

Ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de

nuestra muerte.

Ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte.

 

 

 

 

El poema consta de seis partes, hemos transcripto la primera donde empieza a hablar con la Virgen María.

Creo que con lo que hemos apreciado de este hermoso y original poema, mezcla de racionalidad y religiosidad, podemos pensar que se trata de una persona que ha perdido sus idealizaciones y acepta la realidad que le toca vivir y que quiere aceptar: es la renuncia al goce perfecto y al retorno al paraíso en la tierra, es la pérdida de la envidia imaginaria también.

Recomendamos la obra de este gran poeta para no olvidar y los textos de Freud sobre “El principio de realidad”, así como los de Lacan sobre la renuncia al goce.