Olga López nació en Buenos Aires en 1938, es una gran pintora del movimiento informalista argentino.

Sus obras se basan en una materialidad de diversas calidades, con contrastes de brillantez y opacidad, todo unido a una tonalidad casi siempre baja, aunque hay excepciones.

La pintora estudió con Ideal Sánchez y en la Escuela Nacional de Artes Visuales. Manejaba con intuitivo sentido expresivo y loable audacia una materia de riquísimas calidades en la que la brillantez de los barnices reemplaza a la escasa luminosidad del color.

Las raspaduras y relieves actúan en forma de «tema» en las obras de ésta gran pintora, desaparecida del ambiente.

En 1961, en la Galería Witcomb, expuso un conjunto de obras en las cuales continuaban dominando la materia, los relieves, los graffiti, la opacidad y el brillo.

Un año más tarde presentó otra muestra personal en la Galería Lirolay, las dos exposiciones en Buenos Aires.

En otro artículo de esta página, decíamos que no hay autoconsciencia para Lacan (a diferencia de Hegel); él habla de un saber que no se recubre a sí mismo, o sea: insabido.

Y dice que el lenguaje está hecho de lalengua (lo escribe todo junto).

El inconsciente es una habilidad de lalengua.

Pocas pintoras tienen las ocurrencias, la espontaneidad y la audacia de Olga López, es su saber hacer con lalengua.

Éstas ocurrencias, etc. provienen de ahí, de lalengua.

De un inconsciente insabido, de sus afectos enigmáticos que dan a su pintura una textura tan original y sellan su singularidad como gran artista.

En Olga López son notables las variaciones de éstos afectos inconscientes y se traslucen en su obra.

Creemos que es injusto que prácticamente haya pasado al anonimato, como tantas grandes pintoras.