Estas grandes obras de arte, estas pinturas, son de los artistas futuristas Umberto Boccioni, Marinetti y Giacomo Balla, que además incursionaron en la literatura y en la escultura.

El futurismo es un gran movimiento artístico que surgió en Italia en 1909 con la aparición del «Manifiesto Futurista» presentado por Filippo Tomasso Marinetti, poeta, pintor y cabecilla del movimiento cuyo desarrollo se ve coartado por la Primera Guerra Mundial. El primer grupo futurista denominado el de «los Cinco» , produjo lo que se llamó el «primer futurismo».

Luego se constituye otro grupo en Florencia, en torno a la revista «Lacerba». El gran impulsor de este segundo movimiento es Giacomo Balla.

No obstante, a partir del año 1920 las teorías futuristas caen en descrédito y los intentos de revalorizar el movimiento efectuados en el 30 y en el 50 resultan inútiles.

El futurismo pretendía destruir todo lo establecido, acabar con ello, más que renovarlo.

Les encantaba el mundo industrial y admiraban las máquinas y las técnicas modernas, sostenían que acabarían con todo lo anterior para crear una civilización nueva, de ahí su idealización de la tecnología, idealización que no previno, por ej. el desarrollo de la bomba atómica como «avance» de la tecnología.

Esto no quita que la tecnología haya aportado, como sostenían muy bien los futuristas, grandes progresos a la humanidad como las incursiones en el espacio, la mejora de la comunicación y los avances en salud humana. Pero hay una idealización que niega la cara maligna del avance tecnológico: la bomba, la tendencia al autismo y al narcisismo que producen ciertos medios de comunicación modernos, etc.

El futurismo fue un movimiento muy ceñido a Italia, a grandes ciudades industrializadas como Milán y Turín.

Todos los movimientos venían del ultraizquierdismo pero acabaron apoyando al fascismo y fueron muy bien vistos por Mussolini. Marinetti, por.ej. , era amigo personal de Mussolini.

El futurismo tuvo fuertes contactos con el cubismo, pero a diferencia de aquel, el futurismo exalta el movimiento introducido en la pintura y también los ruidos de la ciudad introducidos en la pintura.

Tuvo contacto con el dadá en su concepción de destrucción total de todo lo anterior.

Con el puntillismo guarda relación respecto a la vibración de los colores.

Con el fauvismo, por su violencia colorística.

Tiene, además, contacto con las artes cinéticas, Op Art, y a veces, con la abstracción.

Aunque destaca por la pintura tiene un representante musical: Russolo, y escultórica: Boccioni.

En el campo arquitectónico destaca Sant Eliá, aunque se quedó en el papel no llegando a realizar sus obras. Hubo también un poco de teatro y ballet.

Se trata de grandes artistas, cuyas obras son bellísimas, pero que cayeron en la extrema idealización del futuro del hombre por la vía de la tecnología.

Y ¿qué es la idealización?

Para el psicoanálisis la idealización es un proceso psíquico inconsciente-consciente por el cual se lleva a la perfección las cualidades y el valor del objeto. Freud lo introduce cuando habla de narcisismo y habla sobretodo de idealización en la vida amorosa, de su mecanismo de sobrecargar de líbido al objeto deseado. La idealización en la infancia es necesaria para que se constituyan los ideales de la persona, pero si continúa en la adultez, da lugar a una pérdida de realismo y de lucidez. Ese es su peligro.