Carmen Conde Abellán nació en España, Cartagena, en 1907 y murió en Madrid en 1996.

Narradora, poeta, ensayista y maestra, fue la primera académica de número de la Real Academia Española.

Tuvo marido hasta el final y también amante homosexual.

Fue una pionera en las obras de teatro infantiles y en 1987 recibe el Premio Nacional de Literatura infantil y juvenil.

Actualmente, todos los años, existe el denominado Premio Carmen Conde de poesía para mujeres.

Nunca se exilió, pero estuvo del lado del bando republicano durante la Guerra Civil.

Su obra es variada y de una enorme producción.

Vamos a transcribir aquí un bello poema suyo del libro Antología Poética de Edición Francisco Javier Díez de Revenga:

Evasión

En mi persecución saldrán todos los caballos de la noche;
los pardos, desmelenados;los negros relucientes con crin
pequeña y nerviosa; los blancos, como arcángeles en la pista
sin final del cielo.
-¡A por ella, por ella, por ella…!
y resonarán los cascos de vidrio celeste, huracanearán
las colas espesas y frondosas. Pero yo iré tan ligera y hacia
tal apretada alegría, que ninguno de ellos me podrá alcanzar.
Detendré mi paso de centellas en una nube redonda, cima de la
tierra abandonada para siempre, y desde ella veré las cícladas de
caballos abatirse en éxtasis ante mi brío.
-¡Nadie alcanzará a la que fue doncella del viento!-gritarán los árboles crecidos en mi defensa.
-¡Nadie la alcanza!- afirmará la voz en tropel de mis perseguidores.

Los perseguidores de este hermoso poema son los deseos proyectados al exterior y también las fantasías proyectadas hacia el exterior, que retornan desde afuera persiguiéndola. Pero no como a una paranoica, ya que ella está ligera y llena de alegría ¿ante la posibilidad de la muerte que la llevaría al cielo y a desprenderse de sus cargas?

Para el psicoanálisis nuestros fantasmas pueden perseguirnos, esto se ve muy bien en la clínica, a veces de forma paranoide otras de forma paranoica (paranoide se refiere a una persecución dentro de la neurosis, paranoica, dentro de la psicosis).

El mecanismo de proyección es un mecanismo cuasi universal, que todos tenemos, es poner afuera algo que está adentro. La metáfora de los caballos se refiere al motor, es decir, al deseo, nuestros deseos incumplidos también pueden perseguirnos.

Cabe destacar que se trata de una gran escritora española, y para quien no la haya leído, es mejor no perderselá.