Walt Withman nació en Estados Unidos en 1819 y murió allí en 1882. Es uno de los más grandes poetas, ensayista, enfermero voluntario y humanista estadounidense.

Uno de los escritores más influyentes de EE.UU. Y se lo considera el padre y creador del “verso libre”, la poesía es otra a partir de él.

Fue muy controvertido en su tiempo por su libro “Hojas de Hierba” por la sexualidad a la que tildaron de obscenidad, y que por supuesto no lo es.

Provenía de una familia que pasó mucha escasez económica y que tenía creencias religiosas afines a los cuáqueros que pretende revivir el cristianismo primitivo.

Durante la Guerra Civil americana, estuvo del lado del Norte ( contra la esclavitud ) y se ofreció como voluntario enfermero al ejército.

Acordaba con todas las religiones por igual y por el fin de la política a la que culpaba de los males del hombre, era un humanista.

Algunos creyeron que era homosexual o bisexual, a pesar de que hay controversias sobre este tema.

De este genio de la poesía moderna , hemos escogido la primer parte de “Canto a mí mismo” para analizarla desde el psicoanálisis, que transcribiremos aquí; pero recomendamos leer el libro completo porque es una joya:

 

1

 

 

Me celebro y me canto a mí mismo.

Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de tí,

porque lo que yo tengo lo tienes tú

y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.

 

Vago… e invito a vagar a mi alma,

vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra

para ver cómo crece la hierba del estío.

 

Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron

aquí, de esta tierra y de estos vientos.

Me engendraron padres que nacieron aquí,

de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí,

de padres hijos de esta tierra y de estos vientos

también.

 

 

Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta.

Y con mi aliento puro

comienzo a cantar hoy

y no terminaré mi canto hasta que me muera.

Que se callen ahora las escuelas y los credos.

Atrás. A su sitio.

Sé cuál es su misión y no lo olvidaré;

que nadie lo olvide.

 

 

Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien

que al mal,

dejo hablar a todos sin restricción,

y abro de par en par las puertas de la energía

original de la naturaleza desenfrenada.

 

 

Observamos un Sujeto que está a no mucha distancia de su Ideal del Yo, al que no sufre melancólicamente como inalcanzable, sino que este Ideal del Yo lo lleva a sentimiento de alegría de poder acercarse a su Yo Ideal; el Yo Ideal ,para Freud, era el Yo en su imagen de perfección y completud, a distancia del Yo real, si esta distancia parecía inalcanzable sobrevenía el pesimismo y la tristeza.

El Ideal del Yo ,para Freud es el acelerador del psiquismo que nos fija metas, que en realidad nunca se alcanzan, pero si esta muy lejos del sujeto sobreviene la falta de entusiasmo y alegría.

Por otro lado, debemos señalar la alegría por sus raíces, su edad y su “salud perfecta”, como señala nuestro autor.

Pensemos que los norteamericanos del Norte ganaron la Guerra de Secesión, el bando en el que estaba Whitman, sin embargo el va a hablarnos de todas las desdichas de la Guerra que fue observando durante su participación en ella: no es un iluso, era un entusiasta , un creyente y un humanista que culpaba a la política de los grandes males de la Humanidad.

Recomendamos toda su obra, ya que es un hito en la Historia de la Literatura Universal.

De Freud recomendamos lean el Yo y el Ello, donde Freud nos explica lo que luego inferimos: que la salud mental, si existe, tiene mucho que ver con la distancia a la que estamos de nuestro Yo Ideal y de nuestro Ideal del Yo.