La gran escritora, opacada por la figura de su hermana Victoria, Silvina Ocampo, nacida en Buenos Aires en 1903 y fallecida en la misma ciudad en 1993, es hija de la alta burguesía argentina, habiendo tenido tres institutrices, una francesa, dos inglesas, un profesor italiano y un profesor de español; uno de sus antepasados fue amigo de Domingo F. Sarmiento, y proviene de una antigua familia argentina.
Fue escritora, cuentista y poeta, habiendo recibido dos premios importantes, pero tardó en ser reconocido su gran talento debido a la famosa gente que tenía a su alrededor, que la eclipsaba como por ejemplo J. L. Borges.
Fue artista plástica en su juventud y más tarde se decidió por la literatura con varios libros en su haber.
Freud sostenía que todos retornamos a la naturaleza al final de nuestros días, el cuerpo muere y esto se lo debemos, según Freud a las Pulsiones de Muerte, que nos hacen regresar a los orígenes, a la naturaleza. Es decir, para Freud, la Cultura es derrotada por la Naturaleza, que con la muerte del cuerpo, se muestra más poderosa. Hay en Freud, un antagonismo entre Naturaleza y Cultura, la Cultura empujaría más bien hacia la vida, la Naturaleza hacia la muerte.
Esto provoca que intentemos dejar huella en este mundo y lo que lo hace posible es la Cultura que nos salva del sufrimiento de saber que vamos a morir, para Freud el querer trascender implica ese saber.
En el bello poema de Silvina Ocampo que hemos escogido, se habla de todo ello con gran precisión, Silvina Ocampo habla de la crueldad de la Naturaleza, del olvido de las huellas que dejamos al pasar, pero también del amor y la comunicación entre los seres humanos.
Vamos a transcribir aquí el poema, pero recomendamos toda su obra que es una de las más importantes del siglo XX en Argentina:
Las Huellas
A orillas de las aguas recogidas
en la luz regular del suelo unidas
como si juntas siempre caminaran,
en la sal de la espuma con estrellas,
sobre la arena bajo el sol las huellas
de nuestros pies desnudos
tan lejanos, y mudos.
Dejando una promesa dibujada
nuestra voz entretanto ensimismada
se divide en el aire y atraviesa
la azul crueldad de la naturaleza
mientras solo cruzamos
la playa y nos hablamos.
Apuntemos el verso, también, que habla sobre los pies: «tan lejanos y mudos», queriendo marcar que el acceso a nuestra auténtica naturaleza nos es en parte inaccesible, esto implica una gran sabiduría por parte de la poeta, y está de acuerdo con lo que señala Freud.
Bello poema, e interesante escritora, se compenetra muy bien con lo que sostiene la teoría freudiana. Gracias.
Todo un descubrimiento ¡hermoso poema! Gracias por la información.
Una poeta muy importante, no siempre reconocida como debiera. Su hermana fue una figura sobresaliente en las artes argentinas, tal vez por eso , Silvina destacó menos.
Una poeta con mayúsculas, a la sombra de los de su tiempo, merecería un mayor reconocimiento. Su formación sólida coadyuvó a que la calidad de su literatura fuera tan excelente. Muy buena la asociación con Freud.
Importante escritora, con versos inolvidables, no siempre bien juzgada particularmente a la hora de dar premios. Muy buena correlación con lo freudiano.
«La azul crueldad de la naturaleza…»
Cultura y Naturaleza…Que bueno recordar a la gran escritora: Silvina Ocampo, su bello poema y asociarlo con los escritos de Freud. Felicitaciones !
La enorme sensibilidad del poema así como la de la autora del articulo, nos devuelve a una realidad siempre escondida por los humanos: nuestra pequeñez en relación con la Naturaleza o lo que es lo mismo, esa aceptación final de nuestra condición humana, finita.