Vamos a hacer un breve comentario ya que es un tema muy difícil de explicar.
Porque la Cosa, para Freud, era el Bien Supremo, algo inalcanzable, inefable, fuera del inconsciente y límite de todo pensamiento. Lacan viene a decirnos, que cuando nos aproximamos demasiado a la Cosa, en lugar del bien, surge el mal, ya que el Bien supremo es, por definición psicoanalítica inalcanzable.
Para Lacan, la Cosa, también es la cosa muda de la realidad, y la asimila a la categoría teórica a la que llama “real”. Lo real, no es la realidad; la realidad incluye tres órdenes: el simbólico, el imaginario y el real. Lo real es lo imposible.
Más adelante Lacan va a dejar el vocablo Cosa (que toma en el seminario 7 sobre La ética), y va a hablar de objeto “a” minúscula, alrededor del cual gira la pulsión, y es causa del deseo; en el sentido de causa del deseo lo asimila a la Cosa freudiana.
Pero para Freud la Cosa está mas allá de toda posibilidad de aprehensión, de conocimiento, es causa, pero inalcanzable para la mente humana, incomprensible, aún fuera del inconsciente.
Para los religiosas la Cosa puede ser Dios, para los ateos, la causa del deseo más allá, lo real como imposible; otras representaciones de la cosa son la madre y el padre primordial, p.ej.
Para Lacan, la Cosa es también una falta a la que el símbolo no sufre, aunque va a decir que la palabra “mata” la Cosa.
Para Lacan el ser humano está habitado por esa Cosa muda, que el símbolo no puede suplantar; el hombre es un practicante de lo simbólico y no tiene ningún acceso a lo real de la cosa. Lo real es pleno, completo, y por lo tanto, perdido.
Podemos ver que hay una relación entre ese goce completo mítico del que Lacan habla y la Cosa como Bien supremo. Ese goce es mítico, porque en la realidad , cuando todo se completa, emerge la angustia, que es angustia por exceso de presencia o por exceso de ausencia.
Al concepto de objeto “a”, Lacan lo elabora en 1963, y desde entonces no vuelve a hablar de la Cosa; en cambio para Freud la Cosa es un misterio que abarca toda su obra desde el principio hasta el final.
No hay que confundir la Cosa freudiana con lo que Freud llamó representación de cosa, que es el tipo de representación que para Freud habita el inconsciente, así como, la representación de palabra habita el preconsciente, son los dos tipos de representación de los que va a hablar Freud.
Tampoco hay que confundir la Cosa con las cosas, aunque estas sean mudas. La Cosa, nos acosa, su proximidad es peligrosa y puede ser fatal porque no hay completud que resista el ser humano, que está castrado, y de ahí su nostalgia de algo que nunca tuvo.
Desentrañar la Cosa freudiana, es como tratar de desenredar una madeja llena de nudos. Es un tema sobre el que seguiremos preguntándonos y tal vez nunca hallemos la respuesta.
Un tema muy contradictorio en Freud que era ateo, sin embargo creía en un más allá de la palabra. Muy interesante la posición de Lacan. Para seguir discutiendo.
Un tema apasionante, se podrían escribir libros y libros y no daríamos con la clave de esta cuestión tan contradictoria y controvertida. Nos hace pensar que hay algo malo en lo bueno y tal vez, porqué no (sadismo) algo bueno en lo malo. Una discusión muy de actualidad.
Interrogantes que continúan abiertos ya que se trata de uno de los postulados mas complejos dentro del psicoanalasis. Y como otros, sujetos a nuevas interpretaciones.
Un tema muy complejo que nos hace pensar en la cantidad de sujeciones que tenemos los seres humanos. Muy importante las diferencias entre Freud y Lacan, porque pertenecen a diferentes miradas filosóficas. Esta cuestión acerca al psicoanálisis a la Metafísica.
Diferentes, llenos de interrogantes las opiniones de Freud y Lacan . Conceptos profundos y subjetivos que invitan a desentrañar. Definiciones que siguen abiertas a la investigación.
Freud kantiano, influenciado por la enseñanza de Brentano.
Freud es un trascendentalista, kantiano, su postura nos hace pensar que puede haber algo metafísico en su pensamiento. Un tema muy importante para la teoría y para la clínica ya que la Cosa: acosa, produce angustia su cercanía. Hay muchos interrogantes abiertos para el debate.
La primer idea de la cosa en sí la tuvo Kant. Decía que por un lado estaba la experiencia de los fenómenos. Pero que para poder captarlos debíamos recurrir al tiempo y el espacio que no tienen por decirlo de una manera no tienen materialidad…no hay un objeto tiempo, ni un objeto espacio. Son los a prioris. Por lo tanto los fenómenos impiden ver la cosa en sí que él llamo noúmeno. Luego tomó el das ding, la cosa, de Heidegger. Pero como Lacan no era filosofo usó estos conceptos para pensar lo real de la experiencia humana y la diferenció la realidad. Entonces para referirce a los objetos que se ven, que se tocan etc. los llamo die sache ( perdón por mi alemán) y dejó das ding como la cosa que es lo más intimo del sujeto pero a la que no se accede. Y llamó a ese objeto » objeto a» El objeto real que es imposible nombrarlo…y ni representarlo… También lo llamó objeto causa del deseo (lo que es una paradoja, ya que el objeto no es causa) Me explico: no es la zanahoria inalcanzable (objeto) sino algo que está atrás del burro, lo que causa el deseo de la zanahoria. Soy Fernando Abelenda de Argentina