Consiste en un mecanismo de defensa en el cual el sujeto coloca en el otro, o en cosas, cualidades, sentimientos, deseos, objetos, que no reconoce dentro de sí y ve en el afuera.
También puede tratarse de la proyección de imágenes, p.ej. Un sujeto que ve en su jefe a su propio padre, o en una mujer a otra mujer, o en su pareja a su madre, o en su mascota algo monstruoso o fuera de este mundo.
Al principio Freud descubre la proyección en la paranoia (locura delirante) y le consagra a ésta enfermedad dos trabajos y el capítulo 3 de “Nuevas observaciones sobre las psiconeurosis de defensa”; allí la proyección se define como un mecanismo de defensa que constituye un abuso de un mecanismo normal: buscar el displacer en el afuera.
Y así es, la causa de la proyección es la búsqueda en el afuera de algo desagradable que no quiere sentirse adentro del propio psiquismo, p.ej. Una mujer o un hombre envidiosos ven a todos los otros envidiosos y no lo sienten dentro de sí mismos, no sienten ni reconocen su propia envidia, amor u odio, también pasa frecuentemente con los celos y las infidelidades.
En 1915, Freud describe el conjunto de la fobia como una proyección en el afuera de un peligro pulsional ( en el adentro). Freud habla también de un mecanismo de proyección normal, que encuentra en la superstición, el animismo o la mitología.
Freud deslinda la transferencia de la proyección, y sólo tiene en cuenta la proyección en análisis cuando por ej. el paciente dice ”Usted debe estar pensando de mi que…pero no es verdad”, en realidad lo que le pasa allí al sujeto es que eso es un pensamiento que él tiene de sí mismo y dentro de sí mismo y como defensa lo proyecta y lo niega.
Freud trabaja mucho la proyección en un caso de paranoia que es el Caso Schreber, este paciente tiene un libro publicado y era un caso de paranoia muy grave con delirio sistematizado de ser él “Dios”, de transformarse en la figura de Dios. Este caso está en las Obras Completas de Freud.
Para Freud la proyección es el medio de defensa originario frente a las altas excitaciones inconscientes a las que se ve sometido el aparato psíquico, que no tiene contención ni protección contra los intensos estímulos que lo provocan desde el exterior.
Para el psicoanalista francés, seguidor de Freud, Jacques Lacan, la proyección se circunscribe únicamente a la neurosis, siendo un mecanismo imaginario.
Mientras que la locura o psicosis, para Lacan posee otro mecanismo que es el repudio o la forclusión, que consiste en un “no ha lugar” para la realidad. Hacia el final de su obra Lacan dejó ver que las estructuras de personalidad son móviles, con lo cual se acerca a Freud y ya se puede pensar la proyección en él, también en la psicosis.
Para Lacan, la proyección arraiga en la relación dual, imaginaria entre el yo y el semejante ( recuerden el artículo en que hablé del Estadio del Espejo).
Para la mayoría de los analistas, la proyección es una defensa que cubre a todo tipo de enfermedad mental y a la normalidad también. En la mitología se proyectaban cualidades del mundo interno en la naturaleza; los fantasmas o los aparecidos, pueden ser muy bien una proyección de la propia maldad en el mundo exterior.
En cuanto a la clínica, la proyección hay que interpretarla con suma delicadeza, ya que el paciente no está siempre preparado para volver adentro lo que colocó en el afuera, así que se requiere paciencia y cautela; se requiere lo que llamamos “timing”, el tiempo preciso para poner palabras a algo de lo que el paciente no es consciente, de lo contrario, podemos caer en una “interpretación salvaje” que haría daño al paciente.
Para terminar, agreguemos que también está la “interpretación silvestre”, un tipo de interpretación que Freud llamó así, que no causa ningún efecto profundo.
Lo vemos todos los días. Proyecciones…Muy claro el Artículo.
Un artículo muy importante para la clínica, y para pensar cómo intervenir. La discusión entre Freud, los otros seguidores y Lacan, sigue en pie.
Un concepto que continúa en discusión. El artículo muy claro, práctico y preciso.
Me sorprendió la claridad de la exposición. Este tema continúa en debate y me parece que Freud sigue vigente, es mi opinión.
Consistente para la praxis y la discusión teórica entre freudianos y lacanianos. El libro de Scheber sigue siendo muy interesante y el caso muy dramático y vigente, Freud lo trabaja muy bien. En mi opinión en la paranoia y en la esquizofrenia hay proyección, así como en las personas normales, difiero de Lacan en este punto.
Algo que casi todos conocemos pero explicado desde la perspectiva de la práctica clínica, p.ej. cuando se refiere al «timing», a la manera de interpretar. Muy útil y claro.
Todo un tema para trabajar y descubrir sus distintas facetas de aplicacion.
Un tema que hoy resulta mas actual, quizás, que nunca: ante la invasión desmedida de imágenes a través de medios de comunicación y tecnológicos, el ser humano sufre mas provocaciones que nunca y sus consecuentes confusiones y dificultades para interpretar la «realidad», lo cual desata mayor cantidad de proyecciones sobre los otros y lo otro. El artículo, en su claridad y sencillez, da una oportunidad para pensarlo y sacar conclusiones.
Un comentario muy claro y sobre un tema que sigue en debate en cuanto a su lugar en la teoría, pero el artículo parece más preocupado por la práctica clínica.
El caso de Freud, Scheber sigue siendo muy interesante de trabajar y también el libro del paciente aunque no se si se consigue. Muy bueno y provechoso.
Hacés una explicación muy diáfana de este mecanismo de defensa tan corriente.
Una invitación a leer el caso Scheber y también su libro, si es que se consigue. Gracias por tus artículos.
Melanie Klein abre una nueva perpectiva para pensar la transferencia, con el concepto de identificación proyectiva.
Es extraordinaria la claridad como se interpreta el efecto proyección del mundo interno, el cual si no lo aceptamos por ser muy oscuro, lo creemos ver en otros. Considero que esto aplica para estados psicóticos en alguna fase de la esquizofrenia.
«Afuera nada existe, solo adentro».