La sublimación ( vocablo que deriva de actividad sublime) es un proceso y también un mecanismo de defensa normal postulado por Freud para explicar ciertas actividades humanas que en su apariencia no guardan relación con la sexualidad, pero que encuentran su energía en la fuerza de la pulsión sexual o agresiva parcial (recordemos que tanto las pulsiones sexuales como las de muerte son parciales y giran alrededor del denominado por Lacan “objeto a minúscula”).
Freud reserva el término sublimación para las actividades artísticas , sociales o culturales donde las pulsiones cambian el fin sexual, que retorna al Yo desexualizándose, para volver a encontrar un fin y objeto sexual inhibido en su fin sexual o de muerte.
Es diferente de la represión, ya que en la sublimación constituye una derivación y canalización, sin perder la intensidad de la sexualidad. En tanto que en la represión, como el término lo indica , la pulsión queda profundamente reprimida y no se canaliza.
En su trabajo “Continuación de las lecciones de introducción al psicoanálisis”, de 1932, Freud dice: “Llamamos sublimación cierto tipo de modificación del fin y de cambio de objeto , en el cual entra en consideración nuestra valoración social”.
En la misma línea se halla el pensamiento de Melanie Klein, para quien la sublimación es una tendencia a reparar y a restaurar el objeto bueno anteriormente dañado por las pulsiones destructivas.
Para Freud la sublimación actúa como una válvula de escape socialmente aceptable del exceso de energía sexual.
Lacan retoma el concepto de sublimación en su seminario de 1959-60, en suma Lacan sigue a Freud en su definición de sublimación , pero con algunas diferencias, por ej., mientras que Freud creía que para ciertas personas muy cultas y activas la total sublimación era posible, para Lacan la completa sublimación no es posible.
Para Lacan la sublimación ubica un objeto que no es valorable en sí, en la posición de la Cosa, y por esto se transforma en altamente valorizado. La Cosa, en el sentido de la Cosa freudiana, cuyo congénere sería el objeto causa del deseo de Lacan.
Para Lacan, además, la pulsión de muerte, que es parcial, no es solo destructiva, sino que constituye una voluntad de crear desde cero; en este sentido se relaciona con la sublimación, la creación desde la nada.
Y por último, para Lacan, el objeto sublime, al ser elevado a la dignidad de la Cosa, ejerce un poder de fascinación que en última instancia conduce a la muerte y a la destrucción; tal vez de ahí se desprenda lo que antes dijimos de Lacan, que no se puede sublimar todo porque caeríamos en una fascinación mortífera.
Quedan muchas preguntas para hacerse, por ej. ¿el pensamiento, lenguaje mediante, es una actividad sublimatoria?¿ lo es el trabajo a disgusto o mediano gusto?, ¿lo es el acto de hablar?,etc.
Se trata de preguntas que aún siguen vigentes en la teoría psicoanalítica. Agreguemos, que la capacidad que un paciente tenga de sublimación, es determinante para su posible curación.
Un aspecto muy complejo de la psique humana que en ocasiones es la base de la creación artística: por ejemplo un autor como Ingmar Bergman, que con una infancia de educación rigurosa y castradora, logro una maravillosa obra sobre la condición humana a partir de la sublimación de lo experimentado con sus padres.
Sublimación, fascinación…que temas !!! Y siempre la profundidad de Freud y Lacanne.
Me interesó la relación entre la sublimación y la Cosa. Me gustaría seguir profundizando.
Un interesante recorrido por este concepto que dispara muchas preguntas y cuestiones. Por ejemplo el del destino de las pulsiones , el de la relación con la Causa, etc.
Creo que este es un concepto clave para comprender el tratamiento, la psicoterapia y el psicoanálisis individual. Hay muchas preguntas abiertas: el papel de lo económico en la sublimación, el lugar de la Cosa, etc. Un artículo muy útil para la praxis.
Un concepto muy controvertido, difícil de desentrañas, y muy necesario para entender el final de análisis. La posición de Freud tiene un punto idealista al creer que se puede sublimar todo, la de Lacan es más realista y es muy importante la relación que establece con la Cosa.
La sublimación, una de las preguntas que Freud deja abierta y que Lacan retoma en forma muy interesante. La postura de Melanie Klein, es también a tener en cuenta, sobre todo por la idea de «reparación» del objeto dañado por las pulsiones de muerte. Queda por preguntarse, entre otras cosas, si las pulsiones, siempre parciales, de muerte se subliman.
El de la sublimación, es un tema crucial para reflexionar sobre las posibilidades de curación que tiene un paciente. Freud decía que había pacientes que eran incapaces en parte para sublimar y que necesitaban de una descarga directa de las pulsiones sexuales. Sin duda un tema que abre muchas preguntas y que tiene una parte sin resolver, incluso en Lacan.
Un comentario provechoso para la practica clínica, y también para hacerse muchas preguntas teóricas que aún no están resueltas, como por ej. las discusiones acerca de si es posible una sublimación total o no, la cuestión de la sublimación de las pulsiones destructivas, que yo personalmente, creo posible por mi experiencia. Muy interesante recorrido, incluso la mención, necesaria a Melanie Klein.
Te felicito, muy buen comentario y necesario tanto para la teoría como para la clínica.
Un problema muy complejo el de la sublimación, ya que queda mucho en el tintero. Sobre todo si las pulsiones destructivas se subliman y si es posible sublimar todo. Yo me inclino por la posición de Lacan, que no es posible hacerlo del todo, ya que hay un límite para la sexualidad. Muy buen recorrido.
En el seminario 7, Lacan dice que el objeto de la sublimación adquiere la dignidad de la cosa.
hola, sería posible que me proporcionaran el número de pagina del trabajo de Freud en donde se encuentra esa frase? «Continuación de las lecciones de introducción al psicoanálisis»
¿Podría decirse que el la actitud asumida por Florentino Ariza en «El amor en lis tiempos del cólera» fue un acto de sublimación? Espero respuestas. Gracias
En el caso del uso que hace Freud de sublimación, creo que no tiene nada que ver con lo sublime. Sino que es una analogía de lo que sucede en física que un sólido puede pasar al estado gaseoso sin pasar por el líquido.
Asi aprendi esto en su momento, no reo tener la primicia y creo que Lacan de algún modo lo reafirma.
Gracias por el artículo de la sublimación en psicoanálisis Cristina,
te sigo des de Colombia 🙂
Gracias por el artículo antes que nada! Creo entender en carne propia a la sublimación.
Hay que tener en cuenta que nacemos gracias a la libido, y que nuestro cuerpo es gobernado por las hormonas casi todos los años de vida que tenemos. Algunas personas pueden tener un impulso sexual muy fuerte debido a sus gentes y sus hormonas y así mismo pueden tener la capacidad para decidir si quieren acabar con ese impulso, o sostener esa energía durante más tiempo sin involucrar a un otro para calmar su «ardor», ni hacerlo por uno mismo sabiendo que se trata de algo orgánico.
Pero reprimirlo solo genera dolor y enfermedad, por eso ser consciente de todos estos factores hace que podamos tomar dominio de nuestro impulso y de nuestra intensidad y sublinarla. En mi caso, en la vida misma, a través del arte sobretodo, pero no únicamente. Es la energía motora, es nuestra fuerza y reserva, podemos utilizar la donde queramos y como queramos. Por eso es tan importante que eduquemos las mentes humanas de manera responsable. Para que dejen de reprimir su caudal energético y lo puedan exteriorizar y sacar hacia afuera de diversas formas que sumen a la expansión individual y social.
Muchas gracias!!
Saludos desde Argentina,
Natalí.
@artemania.nat
Me pareció interesante lo que se expuso
Que interesante que la pulsión de muerte también pueda ser motivo de creación.